Reir es salud

Hasta hoy, numerosos estudios han promovido la risa como una fuente de salud y bienestar, aunque pocos han constatado el porqué del beneficio físico de hacerlo, que va más allá del placer intelectual. ¿Por qué reír de forma descontrolada hace sentir tan bien? Solo el acto de sonreír ya pone en marcha un gran número de músculos del organismo, más de 300. Además, según una investigación reciente, la risa puede actuar como analgésico natural.
Los resultados ponen de manifiesto que quienes se ríen más son más capaces de soportar el dolor, en concreto, un 10% más. La condición: hay que reírse a carcajadas para que el cuerpo segregue endorfinas que, además de crear euforia, alivien el dolor.
Con este estudio, y más allá de buscar nuevos tratamientos, los investigadores quieren explorar el papel de la risa en la fundación de las sociedades humanas hace dos millones de años, un aspecto que se estudia desde hace mucho tiempo.
La risa tiene efectos positivos sobre el sistema inmunológico: aumenta la producción de anticuerpos y activa las células protectoras. Reír es tan necesario como dormir bien, llevar una vida saludable o practicar deporte. No obstante, parece ser que la rutina diaria dificulta este acto: a medida que se llega a la edad adulta se ríe menos y, si los niños lo hacen una media de 300 veces al día, los adultos no llegan a las 30.
En general, la risoterapia se utiliza para lograr estados de relajación y rejuvenecimiento o como coadyuvante para el control del estrés, la depresión, el insomnio o problemas cardiovasculares y respiratorios.
Diversas sociedades médicas organizan cursos en sus congresos nacionales destinados a que los especialistas conozcan esta técnica como método paralelo de tratamiento. Un buen ejemplo de ello son los muchos hospitales que, en sus unidades de pediatría, cuentan con talleres de payasos para niños. También en geriátricos se organizan cada vez más talleres monográficos dedicados a la risa.