Mandalas

Mándala es un término de origen sánscrito, que significa diagramas o representaciones simbólicas bastante complejas, utilizadas tanto en el budismo como en el hinduismo.
Los Mandalas actúan equilibrando los chakras por medio de los colores y haciendo meditar el lado lógico de nuestro cerebro a través de las formas geométricas sagradas. El Mandala enviará impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro donde se procesará y se obtendrá una reacción.
La estructura del mandala (que significa «círculo»), es una radiación de una forma más o menos simétrica alrededor de su eje central, se encuentra en los diferentes niveles de los mundos vegetal y mineral. Nos encontramos con esta forma de «mandala» en toda la naturaleza: la puesta de sol de color naranja, el nido de aves, conchas de caracoles de mar, la tela finamente tejida por la araña, el corte de limón por la mitad, los cortes transversales de los árboles …
Pero es en las flores que se destaca la naturaleza, donde generosamente ofrece su mayor creatividad, formas y colores. Su función puede ir desde lo puramente decorativo a su uso en la meditación, la oración, o como medio de sanación y/o desarrollo mental o espiritual.
Su realización puede ir desde los más rudimentario signos esquemáticos dibujados de forma individual a la participación de varias personas durante varios días en elaborados dibujos, y desde sencillas líneas grabadas en la piedra al uso de pigmentos de todo tipo y origen, arenas de colores, tintas, hilos,… sobre papel, seda, cortezas de árboles, paredes, suelos, rocas, alfombras,…
Durante esta etapa, observamos la naturaleza, sus números, sus ritmos, sus combinaciones de colores para penetrar en la lógica interna y sutil, y la creación de mandalas.